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31/03/17

Días agitados ha vivido las últimas semanas Carolina Figueroa, presidenta de la Fundación Emila.

El 7 de marzo, recibió el premio Enel #Energía de mujer, en la categoría Aporte al debáte público.

Dos semanas después, recibió el premio #MujeresQueDejanHuella, donde fue premiada tras vencer en votación popular como una mujer que desarrolla una labor importante para la comunidad.

Todo esto mientras prepara los detalles para el próximo seminario “Sensibilización y concientización de comunidades ciudadanas” en Iquique, y define la estrategia para la campaña de socios que emprenderá la Fundación Emilia este mes.

Creemos que Carolina merece estos y cualquier otro premio. Por su fuerza, por su perseverancia, por su entrega, por su convicción.

En este post reunimos algunos de los artículos y notas que recogen la experiencia de Carolina Figueroa y que justifican estos y cualquier otro premio.

Carolina Figueroa recibe el premio #MujeresQueDejanHuellan (Marzo 2017)

Carolina Figueroa recibe el premio Enel #EnergíaDeMujer (Marzo 2017)

«Mi mensaje lleva el nombre de la Emilia. Ella ya no está por una decisión tomada por terceros. (Marzo 2017 Mercurio de Valparaíso

«La impunidad sigue y eso duele» (T13 Radios) (Sept 2016)

Gran cantidad de vidas se han salvado por la Ley Emilia (Sept 2015)

Diario íntimo de un duelo (Revista Paula. Febrero 2013)

16/03/17

El 5 de septiembre de 2016 la vida dio un doloroso giro para Cristina. Su hija Pía de 12 años, que había ido a comprar materiales para un trabajo del colegio junto a su padrastro, fue atropellada por un camión mientras esperaban la luz verde para cruzar, falleciendo horas más tarde.

En medio del dolor, esta madre y su familia han comenzado una verdadera cruzada para exigir justicia, sobre todo porque en su caso, el victimario no conducía con alcohol en la sangre, lo que se considera un cuasidelito de homicidio con lesiones graves, traduciéndose en una condena de 3 años y un día “que seguramente terminará en firma mensual”, señala Cristina, quien se resiste a una condena tan baja para una persona que le arrebató la vida de su hija.

Pese a que la familia de Pía está siendo apoyada por la unidad de víctimas del Ministerio del Interior, por la Fiscalía y por la Fundación Emilia, aún así Cristina se siente confundida “No sabemos cómo enfrentar la situación actual”, señala. Y es que el mayor temor de Cristina es la impunidad: “desde el día uno estuvo libre. No lo detuvieron. No le quitaron los documentos. Sólo lo formalizaron y le dieron arraigo nacional. Creemos que no lo van a procesar por la muerte de una persona sino por conducción desatenta”, denuncia.

Actualmente el caso se encuentra en proceso de investigación que en un principio era de 120 días, situación que la familia de Pía logró aplazarla gracias a que junto a unos amigos pudieron ubicar a testigos del siniestro. Los mismos que han contribuido a dar visibilidad al caso, evitando que caiga en el olvido. “Nos reunimos todos los jueves en la esquina de calle Sargento Silva con Ramón Munita, donde se produjo el atropello y encendemos velas, ponemos globos y exhibimos pancartas exigiendo justicia para Pía”, cuenta Cristina.

Durante esas jornadas recordando a Pía, su familia y amigos reciben el apoyo de los transeúntes que se unen a la causa, sin embargo en forma paralela otros conductores transitan a exceso de velocidad, sin siquiera sensibilizarse por la situación. “Si te paras las dos horas que nos paramos los jueves, nos permite ver la irresponsabilidad que tiene la mayoría de los conductores en esa esquina. Hemos sido testigos de casi choques múltiples y atropellos”.

Y es por esto que Cristina y su familia no claudicarán. Seguirán reuniéndose en esa fatídica esquina, exigiendo justicia y alertando a las personas sobre las consecuencias de una conducta vial irresponsable que no sólo tiene que ver con la conducción con alcohol, sino mucho más allá “para nosotros, el exceso de velocidad debiera sancionarse como un delito y queremos que hoy día podamos generar cambios en la ley en ese sentido y también considerando que la conducción desatenta sea considerada también como un delito”, concluye.

08/03/17

En la categoría “Aporte al debate público”, Carolina Figueroa, presidenta de Fundación Emilia, fue galardonada con el premio Energía de Mujer Enel. Reconocimiento que la compañía eléctrica entrega desde hace once años en reconocimiento al rol de las mujeres en la construcción de una mejor sociedad, más justa, inclusiva y diversa.
El premio Energía de Mujer es una distinción que reafirma el sentido de la labor y el compromiso que Fundación Emilia tiene con el país, las víctimas de siniestros viales y sus familias. “Recibimos con mucha alegría este reconocimiento. Para Fundación Emilia es importante aportar al debate público en temas de responsabilidad y seguridad vial, para colaborar en avanzar hacia mejores políticas públicas y promover una nueva cultura de convivencia, respeto y empatía en las calles, por lo que este premio nos motiva a seguir creciendo y desarrollándonos”, comenta Carolina.

En 2013 Carolina Figueroa junto a su esposo Benjamín Silva crearon Fundación Emilia tras el fallecimiento de su pequeña hija, victima de la irresponsabilidad de un conductor que transitaba en estado de ebriedad. Desde entonces, Carolina lideró el proceso para la promulgación de la Ley 20.770 que endurece las penas por conducción en estado de ebriedad, además de llevar adelante un movimiento ciudadano por una cultura vial responsable “en la que no tengamos que lamentar más víctimas de siniestros y delitos de tránsito producto del consumo de alcohol, estupefacientes o conducción negligente”, según sus propias palabras.

Hoy, luego de tres años de operación, Fundación Emilia enfrenta nuevos desafíos. Consolidar la gestión a través de fuentes de financiamiento, sumar socios, voluntarios y empresas colaboradoras, continuar investigando y educando a la ciudadanía en la prevención y velar por el cumplimiento efectivo de las penas señaladas en la Ley Emilia. Pero por sobre todo, seguir acompañando a víctimas y sus familias. Por eso en los próximos días comenzará una campaña que busca invitar a las chilenos y chilenas a hacerse parte de una causa que salva vidas y concierne a la sociedad en su conjunto. “Nadie puede estar ajeno. Los siniestros y delitos viales están más cerca de lo que pensamos y todos tenemos un rol en su prevención”, es el mensaje que Carolina transmitió con motivo de esta premiación.

08/03/17

Con gran asistencia de público se realizó este martes el primero de cuatro seminarios organizados por Fundación Emilia y Senda y financiado por el Fondo de Fortalecimiento del Ministerio Secretaría General de Gobierno.

“Sensibilización y concientización de comunidades ciudadanas” es el nombre del seminario que en su primera versión se desarrolló en dependencias de la Intendencia de Valparaíso.

La actividad comenzó con las palabras de bienvenida de la presidenta de la Fundación Emilia, Carolina Figueroa y de la directora de Senda Región Valparaíso, Claudia Berríos.

Carolina Figueroa agradeció la presencia del casi centenar de personas asistentes y resaltó la importancia de la actividad, que pone el énfasis en mejorar la cultura vial en el país. Berríos, por su parte, agradeció a la Fundación Emilia por invitar a participar a Senda de esta actividad, resaltando lo positivo de establecer alianzas entre lo público y lo privado para alcanzar objetivos que busquen el beneficio de la comunidad.

El seminario se dio inicio con la exposición de Benjamín Silva, vicepresidente ejecutivo de Fundación Emilia: “Ciudadanía y seguridad pública vial: propuestas y desafíos”. Benjamín hizo un recuento desde los inicios de la Fundación Emilia y de los alcances que ha tenido la Ley Emilia.

Efectividad de la Ley Emilia

En ese sentido, explicó que la lucha fundamental de la Fundación es separar el consumo de alcohol o drogas con la conducción y que esto se logra mediante tres pilares comunicacionales esenciales: Sensibilizar, formar y educar. Esto, en distintas instancias, ya sean en talleres, seminarios, redes sociales o página web.

Entre otras cosas explicó además la forma como se contabilizan las muertes tras los siniestros viales (Carabineros contabiliza fallecidos solo hasta 24 hrs de ocurrido el siniestro, en tanto la Fiscalía lleva el registro hasta 30 días después del registro).

También entregó cifras sobre la efectividad que ha tenido la Ley Emilia desde su puesta en marcha: «Antes de la Ley Emilia un 30% de conductores controlados arrojaban algún grado de consumo de alcohol. Después de Ley Emilia esa cifra bajó a un 2%». Agregó que gracias a la Ley Emilia, la cifra de muertes producto de conductores con alcohol, se ha reducido en 38,2%.

A pesar de los logros, recalcó que aún queda mucho por avanzar. Para ejemplificarlo, mencionó el caso del NarcoTest. Hoy en Chile solo existen los dispositivos para medir alcohol en la sangre, pero no hay disponible ninguno para detectar droga. Benjamín aseguró que la importación de NarcoTests a Chile es una promesa pendiente desde hace 15 años, y que la excusa para no traerlo es su alto costo. Sin embargo resaltó que cada dispositivo cuesta solo U$5.

Al finalizar, el vicepresidente ejecutivo de Fundación Emilia invitó al casi centenar de personas que asistieron al seminario, a acercarse a la fundación y darle apoyo, ya que, según explicó, la Ley Emilia y la Fundación son el resultado de un trabajo a nivel ciudadano, antes que cualquier otra cosa. Cerró su exposición con la frase que lo inspira para seguir adelante: “Las únicas luchas que se pierden, son las que no se dan”. Tras una interesante tanda de preguntas, el público lo despidió con un aplauso cerrado.

Consumo de alcohol

Tras el coffe break, fue el turno de María Victoria Contreras, psicóloga del Área de tratamiento de Senda, Región de Valparaíso, quien hizo una “Contextualización al consumo de sustancias. Efectos relacionados al consumo del alcohol”.

La profesional del Senda centró su exposición en el alcohol, dado que es la droga que mayor incidencia tiene en siniestros viales con resultado de muerte. Entre algunos de los datos que entregó María Victoria, fue que Chile es el país de Latinoamérica que tiene el índice más alto de consumo de alcohol. Explicó que el alcohol está instalado culturalmente en nuestra sociedad, y aseguró que el alcohol en sí mismo no es malo, sino que debemos preocuparnos del tipo de relación que establecemos con él.

María Victoria hizo énfasis en que el consumo de alcohol no es solo preocupante en casos extremos, ya que existe un porcentaje importante de la población que presenta consumo riesgoso pero que no está siendo abordada.

Terminado el seminario, la directora de Senda Región Valparaíso, Claudia Berríos, manifestó su satisfacción por el éxito de la actividad: “Estoy muy contenta porque la participación de la gente nos da cuenta de que este es un tema sobre el que tenemos que seguir trabajando, que a pesar de que uno piensa muchas veces que es obvio, es algo que le interesa mucho a la gente, la que se ocupa del tema. Y lo más importante es que el hecho de que la Fundación Emilia nos haya incluido en la organización responde a algo que hace rato queríamos hacer que es involucrarnos con la sociedad y generar un trabajo en temas tan complejos como este”.

Benjamín Silva, en tanto, también hizo su evaluación del seminario: “Fue una muy buena iniciativa desarrollada en conjunto entre una instancia ciudadana y una instancia estatal. Quedamos muy contentos y esperamos en las próximas ediciones lograr la misma convocatoria y la misma empatía con esta problemática”.

El seminario “Sensibilización y concientización de comunidades urbanas” tendrá versiones más, la siguiente en Iquique, en la Universidad Arturo Prat, el próximo 6 de abril.

 03/03/17

En su paso por el norte del país, la presidenta de Fundación Emilia, Carolina Figueroa y el vicepresidente ejecutivo, Benjamín Silva, están desplegando en terreno una serie de productivas reuniones con diversas autoridades gubernamentales y académicas.

En una primera instancia, Carolina y Benjamín se reunieron con Antonia Luza, directora de la carrera de Psicología de la Universidad Arturo Prat de Iquique y Guido Cerda, coordinador de vinculación con el medio de la carrera en la misma universidad.

En dicha reunión, se coordinó la participación de la Universidad en el seminario que ofrecerá la Fundación junto a SENDA el próximo 6 de abril en al auditorio Oscar Hahn de dicha universidad. También se planteó la posibilidad de realizar acciones en conjunto en el ámbito de la investigación y el fortalecimiento de la formación psicológíca de especialistas para el duelo y explorar acciones que vinculen a los estudiantes de la UNAP, específicamente de la carrera de psicología, con el voluntariado en la Fundación Emilia y a su vez concientizarlos con respecto a separa el consumo de alcohol y drogas con la conducción.

En la misma jornada, Carolina y Benjamín se reunieron con la Intendenta Regional de Tarapacá, Claudia Rojas. En la reunión estuvo presente también Paola Mondaca, una de las voluntarias de la Fundación Emilia en la zona. Frente a la intendente, Carolina y Benjamín le presentaron los objetivos, la misión y la visión de la Fundación. Asimismo, se planteó la necesidad de elaborar políticas públicas relevantes para mejorar la seguridad vial en la zona y se expusieron los objetivos y acciones que se piensan desarrollar para la campaña del mes de la seguridad infantil en mayo próximo. Tras la reunión, la intendenta confirmó su asistencia al seminario “Sensibilización y Concientización a comunidades ciudadanas” a realizarse en abril próximo.

Por último, Carolina y Benjamín se reunieron con la directora regional de SENDA, Solange Benedetti en la que se ultimaron los detalles para el seminario del 6 de abril.

02/03/17

Recibimos este mail con sugerencias y nos parecieron tan interesantes, que quisimos compartirlas. ¡Muchas gracias! 

Les escribo porque me interesa el tema de la seguridad vial y deseo colaborar en ello, por eso he decidido ponerme en contacto con ustedes para denunciar una situación que ocurre muchísimo y en la que Fundación Emilia puede hacer mucho para cambiar.

Lo que quiero denunciar es que hay una enorme cantidad de gente que conduce sin tener licencia de conducir, ya sea porque no la ha obtenido o porque la tiene retenida o suspendida por algún tribunal. Para cambiar eso se necesita una fuerte y constante fiscalización de Carabineros, la que en regiones es casi inexistente.

Se requiere fiscalización también para exigir que vehículos tengan su revisión técnica al día, controlar velocidad y que conductores no manejen bajo la influencia de alcohol o en estado de ebriedad.

También es necesario cambiar el sistema de otorgamiento de licencias de conducir. Estas no pueden ser otorgadas por municipios dado que el nivel de las municipalidades es muy dispar y hay comunas donde la exigencia casi no existe y de manera informal la gente se pasa el dato donde es fácil. Hay comunas donde no se consideran factores como la motricidad fina y eso provoca que la gente «meta pata» como si nada al acelerar en área urbana. Además debieran agregar exámenes de la vista periférica ya que mucha gente no mira señalética.

Por situaciones como éstas y otras (como que en comunas chicas todos se conocen y por pitutos se consiguen las licencias en caso de rechazo) es que creo que el otorgamiento de licencias debe ser realizado por una entidad de carácter nacional, como por ejemplo el Ministerio de Transporte, que asegure un nivel mínimo estandarizado.

Otra sugerencia que quiero compartir con ustedes es que autoridades establezcan como exigencia   que las luces de viraje delanteras sean de color naranjo, bien marcadas debido a que vehículos modernos tienen luces de viraje cristalinas que podrán ser muy modernas o verse bonitas pero en un país como Chile el nivel de luminosidad solar hace que apenas se sean visibles lo que se agrava en verano. Es cosa de pararse en una esquina y ver que las luces de viraje apenas se ven, lo que es una complicación y peligro para peatones.

Les he escrito porque me he contactado por correo con parlamentarios de distintos sectores y no he recibido ninguna respuesta y por ello creí que era mejor contactarme con ustedes que realmente tienen interés en la seguridad vial y hacen un estupendo trabajo.

Agradeciendo la atención
Les saluda atentamente

Felipe Flores Barrenechea

17/02/17

La nueva normativa sobre el uso de sillas para niños en el auto, que entra en vigencia el 17 de marzo próximo, fue el tema de la edición de este miércoles de “Tu voz local”, programa ciudadano de Quintavisión.

“Tu voz local” es un programa diario, conducido por el periodista Francisco Pietrantoni, que en la edición de este jueves, tuvo en el panel a la ingeniera en prevensión de riesgo de la Universidad Andrés Bello, Leonor Roldán, quien es además, directora de la Fundación Emilia.

Completaron el panel la Marcela Espinoza, coordinadora área regional de Conaset. Eduardo Gonzalez ingeniero en transporte.

La nueva normativa obliga a que todos los niños hasta 12 años deben viajar en el asiento trasero del auto. Y que hasta los 9 años, todos los niños deben usar la silla acorde a su tamaño y peso.

Durante el programa se hizo ver lo positivo de esta nueva norma que rige para automóviles particulares, pero al mismo tiempo quedó al debe pues dejó un vacío en lo que respecta al transporte colectivo.

Al ser consultada por la nueva normativa, Leonor Roldán reconoció que es positiva, pero que sin embargo “siempre quisiéramos más ya que es algo tan importante para los niños. Es la seguridad para nuestros hijos”.

La directora de Fundación Emilia recordó que la fundación se ha hecho parte de esta campaña para que los padres internalicen esta norma y la lleven a cabo. “El que conduce sabe, pero muchas veces se hace el leso” graficó Roldán. “No tiene sentido tratar de evitar o postergar esta compra que no es más cara que un televisor grande. Cualquiera que pueda comprar un televisor grande, puede invertir en seguridad para sus hijos”, enfatizó.

Revisa el programa completo:

https://youtu.be/uu367lG_V1w?list=UUdcKbM95mwESgI5-juOTzCA

16/02/17

El 12 de febrero pasado, la historiadora argentina Ema Cibotti, presidenta de Activvas (Asociación civil abocadas a la seguridad vial) entrevistó en su programa de radio a Carolina Figueroa, también historiadora y presidenta de la Fundación Emilia.

Se trató de una emotiva conversación en la que Carolina recordó el triste suceso que motivó la creación de la Fundación, cómo se llegó a concretar la Ley Emilia y cómo la labor de la fundación ha creciendo en el tiempo y alcanzando positivos resultados.

Carolina se refirió también a las dificultades que han surgido para una correcta y caval aplicación de la Ley Emilia y explicó también alguna cifras que se han alcanzado tras su puesta en marcha.

Escucha el programa completo aquí:

http://activvas.blogspot.cl/2017/02/ley-emilia-de-chile-un-ejemplo-de-lucha.html

11/02/17

La señora Rosa Díaz tenía 83 cuando murió. Pero a pesar de su edad, para sus familiares y amigos, fue una muerte inesperada. Era una mujer independiente, que vivía sola, que participaba en un grupo folclórico, muy querida por sus hijos y el resto de su familia y vecinos. Su muerte no fue natural. Ella fue atropellada por un conductor que se dio a la fuga.
Ese día 30 de enero del 2016, a eso de las 7 de la tarde, Rosa fue arrollada por un automóvil en Valparaíso, cuando atravesaba por el paso de peatones en el cerro Los Placeres. Según el registro de la cámara de seguridad de un servicentro cercano, el conductor detuvo el auto, se bajó a ver lo sucedido, luego volvió a subirse y se fue. Rosa quedó conciente, pero con una serie de fracturas gravísimas que comprometían su cabeza, los pulmones, el esternón, las costillas. Rosa murió 12 horas después del atropello.

Del conductor no se supo sino hasta varios días después, cuando se fue a entregar a Carabineros. Ya no había posibilidad de comprobar los niveles de alcohol. Y como no tenía antecedentes previos, lo dejaron libre (sí, está leyendo bien, mató a una persona y quedó libre, sin medidas cautelares).

Recién en agosto del año pasado, gracias a la presión de familiares y amigos, el responsable del atropello fue citado para ser formalizado por atropello con causa de muerte. El juez dictaminó firma quincenal y arraigo nacional.

Fue en esa formalización que Maribel Rezzio, hija de Rosa, se enfrentó por primera vez al responsable de la muerte de su madre. “Yo pensaba que iba a expresar en la mirada un dejo de arrepentimiento, pero nada. Al revés, fue arrogante, prepotente indolente. Entonces no puede pretender que yo le perdone. Tiene que hacerse responsable.” dice Maribel.

Desde la muerte de su madre, y principalmente desde el día de la formalización, Maribel se ha reunido con distintos fiscales buscando justicia. Un camino difícil, en el que se ha encontrado con muchísimos obstáculos. Un camino que este lunes enfrenta una fecha clave: la audiencia en la que el fiscal decidirá si se realiza un juicio oral o un juicio abreviado. Maribel, por supuesto, va a dar la pelea por un juicio oral.

“No es venganza ni nada por el estilo, es solo que una persona tiene que pagar por sus acciones. Este señor, Bernardo Pérez Páez, dice que el día del atropello mi mamá cruzó de manera sorpresiva, lo que no es cierto porque previamente un colectivo se había detenido para darle el paso a mi mamá. La SIAT dice que la atropelló. Después dijo que había llamado a Carabineros para avisar lo sucedido, pero no existe registro de eso. Él no tiene antecedentes penales, pero gente que lo conoce dice que toma, que se droga, que es un vividor”.

Maribel sabe que la decisión de ir a un juicio oral depende en un 99% del juez de turno. Y ella se aferra al hecho de que está comprobado que Pérez se fugó tras el atropello y que eso puede avalar un juicio oral.

¿Cómo te ha ayudado la Fundación Emilia en este proceso?
Desde el primer momento tuvimos el apoyo de Marco Lillo, el abogado de la Fundación. Carolina (Figueroa, presidenta de Fundación Emilia) siempre ha estado muy presente también, dándonos ánimo, en todo momento, pero sobre todo en las fechas importantes, explicándonos lo que viene. La Fundación me ha ayudado a sentir que no estoy sola en esto. Antes de que existiera la Fundación Emilia, las personas vivían su dolor solas, hoy gracias a ellos, estamos apoyándonos y tirándonos para arriba entre los familiares de víctimas. Cada una tiene su dolor, pero contactarse y vivenciar con otros tus penas te ayuda mucho.

¿Qué esperas de la justicia?
Que esté privado de libertad, que no pueda pasearse por las calles en su vehículo. La sociedad debe asumir que cualquier acción tiene consecuencias. Él le quitó la vida a una persona y tiene que hacerse responsable Los más jóvenes también tienen que entender que los errores tienen consecuencias. Yo quiero una sanción. Él tiene que pagar ese por ese error y ojalá con privación de libertad. No se trata de venganza. Solo quiero justicia.

¿Cómo crees que se puede lograr que la gente entienda que no se puede manejar con alcohol?
Primero que nada con educación. Desde pequeños, en el colegio, en educacion civica se debe enseñar a respetar a las personas. Además las campañas deben ser constantes y no esporádicas. Y lo otra es justicia y penas efectivas. Si la gente se da cuenta que hay sanciones y que no se pueden evadir la gente va a empezar a tomar conciencia. Nosotros que somos las víctimas pasamos a segundo plano. El victimario tiene apoyo del gobierno, abogados, la victima no tiene el mismo nivel frente a la justicia. Hay gente que ha tenido que pedir créditos, organizar eventos para pagar abogados. La justicia debería ser más empática con las víctimas.

09/02/17

El 3 de abril del año pasado, la vida dio un giro en 180 grados para Mariela Reyes. Ese día, su marido, Guido Quintanilla, fue arrollado por un conductor ebrio mientras andaba en bicicleta. Ese día el conductor ebrio se llevó no solo la vida de Guido, sino los proyectos familiares, laborales y deportivos de toda una familia. Guido era padre de tres hijos.
“Su ausencia se siente hasta el día de hoy. He tenido que aprender a vivir, a acomodarme, a generar instancias con los niños, a organizarme para cumplir todos los roles, reacomodar emocionalmente a mis hijos con terapias, con siquiatras, sicólogos, medicándonos. Tengo que estar bien para toda mi familia” dice Mariela y agrega, «me falta el partner, la persona con la que conversaba en las noches, con quien compartía decisiones. Eramos super aclanados. No eramos de salir, entonces te quedas sola. Pero trato de no agobiar a nadie. Me agobio yo no más.

Sumado al dolor profundo de la pérdida, Mariela y su familia han debido enfrentar el tema judicial, que ha hecho aún más doloroso el proceso. Porque lo único que quieren es cerrar el ciclo, pero la instancia judicial ha prolongado el sufrimiento.

Para empezar, ni el responsable, ni su familia han mostrado señales de arrepentimiento. “No se han contactado conmigo y eso genera una falta de empatía tremenda. Yo me pongo en su lugar y por lo menos pediría disculpas. Qué ganas de que me hubiera dicho `la embarré, discúlpame`. Eso no me va a devolver a Guido, pero al menos es una señal de algo. Además él se ha victimizado. Dijo que tenía problemas siquiátricos, que era esquizofrénico, pero le hicieron los exámenes y no tiene nada. Está más cuerdo que todos nosotros”.

En paralelo, Mariela siente que las decisiones judiciales han beneficiado al responsable del delito. Desde el inicio quedó con arresto domiciliario y el fiscal no apeló a la decisión. En dos oportunidades no se presentó a la audiencia presentando un certificado medico por resfrío. Dos veces los carabineros no lo han encontrado en su casa cuando han ido a verificar la medida cautelar. Por eso es que Mariela está dando una batalla importantísima: lograr que se realice un juicio oral. Porque la defensa solicitó un juicio abreviado, pero ella se opone tenazmente. “Queremos un juicio oral porque se pueden mostrar más argumentos. Quiero que haya un juicio en donde se nos permita presentar testigos y los argumentos para lograr la mayor de las penas posible”, explica Mariela.

“Dada la gravedad de la situación, la conmoción que causó a nivel comunal y los daños morales que ha generado, estamos convencidos de que amerita un juicio oral. Guido murió haciendo deporte, no cometiendo un delito. Acá han muerto varios ciclistas en distintas condiciones y no ha pasado nada. Queremos que la Ley Emilia se haga efectiva como corresponde. Queremos sentar precedente a un manejo responsable y por eso queremos que sea una pena ejemplar”.

¿De qué manera has sentido el apoyo de la Fundación Emilia?
Inicialmente en situaciones como ésta, no sabes nada. No sabes cómo funciona la justicia. Me junté con Carolina (presidenta de la Fundación), hemos hablado por teléfono. Ella me ha guiado y siempre me pregunta cómo estoy. Me dio directrices sobre lo que iba a pasar y cómo se enfrentaba esta situación en lo judicial. Han hecho difusión de actividades. Me han ayudado a que el caso de mi marido esté presente y que no quede en el olvido.

¿Qué esperan como familia de la justicia?
Quisiera que en alguna medida el responsable lo pasara mal. Que estuviera preso con cárcel efectiva al menos por un tiempo. Que de alguna manera en algo pagara su culpa. Que no estuviera en la comodidad de su hogar, con su familia como está ahora. Siento que hasta este minuto todo se le ha facilitado. Mucha gente cuando comete un error, quieren desentenderse de esta responsabilidad. Si tú te subes al volante borracho, sabes que estás cometiendo una falta y arriesgas la vida de todos los que se pueden cruzar en tu camino.

Mariela agrega la importancia de que el gobierno asuma en serio el tema de la educación vial y también la importancia de la fiscalización por parte de Carabineros, «no solo en feriados importantes, sino todo el año, el consumo de alcohol en automovilistas».

Y finaliza: «Cuando atropellas a un ciclista, atropellas a toda una familia».