Fundación Emilia en Boletín Nacional de Infracciones de Colombia

En su tercera edición, recientemente publicada, el Boletín Nacional de Infracciones de Tránsito de Colomba se centra en la evolución que ha tenido tanto el tratamiento como la percepción de la gente, respecto al preocupante problema de la ingesta de alcohol asociada a la conducción en Colombia. En su editorial se pregunta “¿Cómo hemos cambiado y cuánto nos falta por recorrer?” en relación a este tema. También hay un interesante artículo sobre “¿Cómo se ha entendido este grave problema de política pública” refiriéndose a conductores ebrios. Se incluye también una tabla desarrollada por la Organización Mundial de la Salud en la que se explican los efectos del alcohol en el cuerpo, acompañado de un largo artículo en el que se detalla el Estado de Situación del tema en América Latina en general y en particular Evolución de la política pública de alcohol y conducción en Colombia, en particular.

En su tercer capítulo, el Boletín Nacional de Infracciones de Colombia incluye una larga nota sobre “La percepción de los delitos viales en Chile y el impacto de la Ley Emilia”, escrito por nuestra Presidenta, Carolina Figueroa.

En la nota, Carolina se refiere a los orígenes de la Ley Emilia y al impacto que ha tenido en nuestro país, pero ahonda principalmente en la “regla de los 30 días” y en el primer estudio sobre siniestralidad vial que elaboró Fundación Emilia y cuyos resultados se entregaron a fines del año pasado. A continuación la transcripción completa:

La necesidad de contar con mejores registros de cuantificación y validación de víctimas, producto de siniestros viales impulsó a la Fundación Emilia Silva Figueroa Víctimas de Accidentes, a realizar durante el año 2016 un estudio 1 orientado a establecer la magnitud real de víctimas fatales de siniestros viales. Para realizarlo se tomaron tres fuentes de información estadística: Carabineros de Chile, Fiscalía de Chile y la División de Estadísticas e Información en Salud (DEIS) del Ministerio de Salud. A partir de esta triangulación de información nacional y su comparación con las estadísticas y estudios internacionales de seguridad vial, se efectuó un análisis del impacto de los resultados nacionales en las políticas públicas de seguridad vial implementadas en nuestro país. A partir de este análisis estadístico y documental, se pudo constatar la necesidad de que las tres instituciones que proveyeron de información, necesariamente deben avanzar en un proceso de coordinación y validación de las estadísticas (fallecidos y lesionados), para facilitar el análisis del avance de las políticas públicas de prevención relacionadas a las dinámicas de siniestralidad vial tanto a nivel nacional como regional. En Chile, la percepción de inseguridad definida como “la perturbación angustiosa del ánimo que se deriva de la diferencia entre el riesgo percibido de ser víctima de un crimen y la victimización de hecho” (Vilalta, 1 Investigación financiada por el Fondo Nacional de Seguridad Pública 2015. FNSPAD-04, dependiente de la Subsecretaria de Prevención del Delito. 21OCINT INVITADOS 2009:3), se ha relacionado con el análisis de los delitos catalogados como “violentos”. Vale decir, aquellos que generalmente se ubican en el espacio público y que afectan la integridad física de las personas y sus propiedades. Son éstos a los que se les entrega mayor atención pública, son los que conforman el “clima de opinión” y los que establecen la percepción del temor. De esta forma, el dato comúnmente usado por los estudios para comparar los hechos delictuales en Latinoamérica y Europa ha sido la tasa de homicidios, ya que es la que registra estadísticas más completas en relación a otros delitos. Siguiendo estos registros, utilizamos como base de análisis inicial de este estudio los registros comparados de la tasa de mortalidad en comparación con los homicidios y fallecidos en siniestros viales bajo el registro de las primeras 24 horas, información recopilada de la base de datos sin filtrar, facilitada por Carabineros de Chile.

Del Gráfico 1 podemos dar cuenta de la magnitud que tienen comparativamente los casos policiales de homicidios y las muertes en siniestros viales, evidenciando una diferencia sustantiva entre ambas causas de muerte. Es importante poner atención que entre los años 2013 y 2015, no existe disminución en la cantidad total de fallecidos en siniestros viales, sino por el contrario, se observa un aumento sostenido de las cifras, lo cual da cuenta del bajo impacto que produjo el conjunto de medidas preventivas contempladas tras la firma del Decenio de la Seguridad Vial (2011), hito en el que Chile se comprometió a nivel Estado con la ONU y la OMS, a reducir al año 2020 un 50% la cantidad de fallecidos en siniestros viales. De esta forma, si bien la siniestralidad vial en Chile presenta una incidencia mayor que los homicidios, tiene una baja percepción de peligrosidad en la ciudadanía.

El impacto de Ley Emilia (20.770)

En este contexto, el estudio evaluó de forma específica la incidencia de las políticas públicas conocidas como Tolerancia 0 y Ley Emilia, integrando al análisis los datos proporcionados por el Ministerio Público, considerando especialmente que era el único registro que nos permitía cruzar la incidencia del alcohol y las drogas en la conducción con los datos de Carabineros de Chile.

Esta información permitió identificar la cantidad de fallecidos bajo el delito codificado como 14.001 y 14.006, o “conducción bajo estado de ebriedad con resultado de muerte” tipificado bajo Ley Emilia y, medir de igual manera el impacto de la Ley Tolerancia 0 bajo el parámetro de aumento o disminución de fallecidos. Estos datos luego se compararon con los de Carabineros registrados bajo el mismo delito, excluyendo del análisis los fallecidos generados por la “conducción bajo la influencia del alcohol causando lesiones gravísimas o muerte” ya que el código del delito no siempre separa entre lesionados graves o fallecidos, por lo tanto, no son comparables.

Si analizamos los datos presentadosk, podemos sostener que los registros del Ministerio Público dan cuenta del impacto inicial de la Ley Tolerancia 0 en la disminución del índice, pero la baja sustantiva de fallecidos se observa a partir del año 2014 con Ley Emilia.

Gráfico 2: Registro comparado entre cifras de Fiscalía de Chile y Carabineros por fallecidos producto de conducción en estado de ebriedad (2010-2015)

Lo primero que podemos apreciar del análisis del gráfico 2 es que los datos entregados por Carabineros para el siniestro vial comprendido como “Conducción en estado de ebridad con resultado de muerte”, entre los años 2010 y 2015 representan el 39,7% del total de 1.735 fallecidos tipificados bajo los códigos 14.001 y 14.006 registrados por el Ministerio Público. El año 2011 se indica la mayor diferencia representando los datos de Carabineros un 33,62% del total entregado por Fiscalía Nacional.

El año 2012, en que comienza la aplicación de la Ley Tolerancia 0, la disminución total de fallecidos por esta causa en relación solo a los datos de Fiscalía Nacional aporta una disminución de un 11,20% en tanto que el año 2013 – que se ha tomado en todos los estudios como el eje de análisis concreto de la medida – la disminución en función al 2011 fue de un 8,6%. Estos datos se deben cruzar con la mayor incidencia de las políticas de difusión, fiscalización y educación impulsadas desde las agencias públicas. Ejemplo de eso, es la difusión de la llegada de instrumentos que mejorarían la fiscalización en carreteras promovido por CONASET, SENDA y el Ministerio de Transporte y Comunicaciones, desde enero del 2012. La llegada de los Narcotest y los Alcoholímetros Presenciales, fueron parte central del compromiso firmado el año 2011 con la OMS y la ONU, denominado como el “Decenio de la Seguridad Vial”, pero hasta el día de hoy no se han implementado a nivel país2 . Situación similar se puede observar tras el análisis de la política conocida como el programa Cero Alcohol promovido por SENDA, que, tras un primer impacto, posteriormente relajó su fiscalización por falta de presupuesto, retomando las medidas como una estrategia de prevención recién a partir de mediados del 2014.

En cuanto al impacto de la Ley 20.770 o Ley Emilia, puesta en vigencia el 16 de Septiembre del 2014, y que implicó un trabajo de difusión de la problemática vial durante 21 meses, podemos señalar que durante ese año, la disminución de fallecidos representó un 20,11%, tomando en cuenta sólo los datos de fiscalía, realizando una relación con el año 2011 como referencia. En tanto que el año 2015 la disminución fue de un 38,21%, entregando de esta forma nuevos antecedentes para evaluar el impacto de la política pública.

En oposición, los datos arrojados por carabineros, y que registran las primeras 24 horas, nos indican un aumento del 18,54% entre los años 2014 y 2015, son estos datos referenciales los que han sido utilizados por los medios de comunicación para realizar el análisis del impacto de la norma. Sostenemos que la Ley Emilia ha sido efectiva como norma disuasiva de la conducta social, especialmente si analizamos la disminución del índice de fallecidos por este tipo de delito vial.

 


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