La Isla Grande de Chiloé se levanta y exige justicia

Como Fundación Emilia Silva Figueroa, hemos recopilado el testimonio de cinco familias quienes,  además de tener que lidiar en algunos casos con el duelo y la muerte y en otros con dolorosas secuelas físicas y psicológicas que los acompañarán de por vida, han decidido levantar la voz para hacer públicas una serie de irregularidades en sus procesos judiciales, los que se traducen en una revictimización y una letanía que no hace más que aumentar su angustia y la sensación de impunidad.

Este es su relato, son sus historias que tienen como factor común la fatal combinación de alcohol y conducción que provocaron que proyectos de vida se truncaran. Esta es la cara más cruda de la revictimización que son parte en una zona alejada de Chile, pero que ellos se han encargado de poner en el tapete para no olvidar a quienes ya no están. Esa es su consigna y la bandera de lucha que se levanta en la isla grande de Chiloé.

 

“Quisieron hacer un trueque: la libertad del asesino de mi hijo a cambio de un par de millones por nuestro dolor”.

Eran casi las 22 horas del 14 de enero de este año y cuatro amigos, todos compañeros de trabajo, iban en auto camino a celebrar el  cumpleaños  de uno de ellos en el sector de Huicha, pero las risas y la alegría de los amigos cesó abruptamente cuando un auto los embistió.

Pablo Álvarez Vera (35 años) fue el conductor que, estando en estado de ebriedad, chocó el auto conducido por Roberto Carrión (21), volcándolo a un costado de la carretera para luego darse a la fuga.

Luego del violento impacto, el conductor y su copiloto no prestaron ayuda a las víctimas y recién en el interrogatorio con carabineros asumieron su participación, esto, a la vez que se comprobaba que conducía con 1,55 gramos de alcohol en la sangre, de acuerdo a lo indicado por el alcotest.

Esa loca carrera y su actuar delictual terminaron con la vida de dos de los jóvenes, Javiera Borneck Hess (18)  y Danilo Bórquez Vera (21) quienes no pudieron soportar las graves lesiones y dejó a Valentina Toro Bahamonde (21) y Roberto Carrión con heridas de diversa consideración que requieren hasta ahora largos y dolorosos tratamientos.

Nancy Vera, mamá de Danilo relata los recuerdos de la temprana muerte de su hijo, quien iba de copiloto en el auto que fue chocado y sus palabras logran transmitir el dolor de ese momento.

 

“Lo tuve 21 años conmigo, amándolo y cuidándolo  y cuando lo fui a buscar, uno de sus amigos me dice ahí en la calle que este hombre me lo había matado … Si no hubiera sido por un furgón de carabineros que pasaba por el lugar camino a Castro y que vieron la camioneta de este sujeto chocada contra un letrero, ellos hubieran seguido arrancando, tanto Pablo como su copiloto, porque nunca existió la intención de afrontar lo sucedido, es más, ellos sólo lo negaban y se encubrían”, afirmó la madre de Danilo.

Según han podido recopilar gracias a los testimonios de testigos, Pablo Álvarez balbuceaba y se tambaleaba de lado a lado, pero igual intentaba arrancar sin que le importara cómo estaban los jóvenes en el auto porque en un principio carabineros pensó que lo que había pasado sólo era un choque a un letrero hasta que tuvo que llegar ahí Roberto, uno de los sobrevivientes, para pedir ayuda.

Para esta madre, lo que más le impacta es la frialdad y distancia que ha tenido la familia del autor del choque que le arrebató a Danilo, quienes asegura, le han ofrecido dinero.

“Cuando fuimos a la funeraria nos explicaron que la familia del conductor ya había estado ahí para pagar el funeral de mi hijo, sin siquiera haber cruzado una palabra ni menos darnos el pésame o algo. Ellos también son padres y lo que yo hubiera esperado de ellos era otra cosa, un criterio, pero no ha sido así sino que por intermedio de sus abogados nos han ofrecido entregarnos dinero, hacer un trueque lo siento yo, aceptar nosotros un par de millones a cambio de que su hijo no vaya a la cárcel, pero no piensan que nada me va a devolver a mi Danilo y que lo que yo quiero es justicia y que pague por lo que hizo. Quiero cárcel efectiva para él”, se lamentó la madre del joven fallecido.

Nelly Bahamonde (mamá de Valentina) también hace un recuento de las intervenciones y tratamientos que ha debido enfrentar su hija para avanzar desde la parte física, sin embargo, hace hincapié en lo difícil que ha sido para ella tratar de sobrellevar el día a día luego de ese 14 de enero.

“Ella trata de retomar su vida, pero es más bien escapar de lo que pasó, porque no logra entender cómo si iba a pasarlo bien, luego despierta con cirugías, dolor y sin dos de sus amigos. Nadie lo logra entender ni menos lo que hemos tenido que pasar después”, afirma Nelly.

Doris Paredes (mamá de Roberto) sufre y siente impotencia al rememorar, más aún cuando relata que los cuatro amigos salieron de manera responsable a celebrar y todo terminó en tragedia.

“A mi hijo aún con las lesiones que tenía se lo llevaron detenido por haber ido conduciendo, pero él marcó cero alcohol porque era responsable. Todos estábamos en shock, pero ahora, al recordar, claro que como madre me siento mal por haber permitido casi que se le juzgara como si él hubiera tenido responsabilidad en esto y recién a las 6 am lo soltaron. Sus lesiones también fueron graves y le han significado cirugías, pero más que eso es el impacto. Esto nos marcó a todos, pero a la vez, nos unió”, señaló la mamá de Roberto.

“Él llora escondido y es comprensible, porque ahora, cada vez que sea su cumpleaños, pensará en los dos amigos que perdió por culpa de otro”, puntualizó Doris Paredes.

En el plano judicial, se decretaron seis meses de prisión preventiva para Álvarez Vera, sin embargo, el 27 de julio se cambia esta medida cautelar a arresto domiciliario total en casa de sus padres en Chonchi, medida adoptada por la Corte de Apelaciones de Puerto Montt.

En esa misma fecha, la Fiscalía da por cerrada la investigación por adelantado, considerando sólo el delito de conducción en estado de ebriedad y no el delito de fuga, el no prestar ayuda a las víctimas y tampoco el desconocer ser el autor material en su calidad de conductor de la camioneta.

Ante esto, el panorama que se les presenta como una pesadilla es que fiscalía estaría solicitando una pena de 5 años de presidido menor en su grado máximo, plazo al que se le descontarían los 6 meses de presidio ya realizado. Con este verdadero balde de agua fría, las familias asesoradas por su abogado Milton Cuevas, tomaron la decisión de enviar a inicios del mes de agosto un reclamo formal a la Fiscalía Nacional, pidiendo la reapertura de la causa y una explicación del por qué se dejaron fuera del proceso otros delitos que sí se pueden comprobar fehacientemente.

Gracias a esto – y aunque aún no existe respuesta formal a la carta enviada- se aprobó la reapertura de la investigación por 30 días, plazo que las familias esperan sea suficiente para que la justicia actué de manera competente y se incluyan los delitos que fueron dejados de lado inexplicablemente, en lo que para ellos se transforma en una interpretación antojadiza de la Ley Emilia.

De acuerdo a esto, se habrían dejado fuera testimonios vitales de testigos clave, así como el considerar sólo el primer parte policial que indicaría que no existe fuga, hecho que se contradice con lo recabado en la reconstitución de escena hecha cuatro meses después de esa fatídica noche.

“Estamos decepcionados de este proceso y en especial del Fiscal Enrique Canales,  porque estamos seguros que sí se puede hacer más y así nos lo han dicho también desde Fundación Emilia y realmente no sabemos qué pretende Fiscalía, pero nosotros estamos decididos a seguir adelante por ellos, aunque nos sigan tratando así”, aseguran las familias.

 

Una tradición truncada 

Ya era una tradición para los hermanos Alberto (45) y Mariluz Millaquén (40) viajar cada fin de semana largo o fecha importante hasta Quellón para visitar a sus padres.

Cerca de las 8:30 de la mañana del  14 de abril del 2017,los hermanos Millaquén  llevaban pocos kilómetros de ruta luego de desembarcar del transbordador cuando fueron embestidos por un auto que cruzó el eje dela calzada y los chocó de frente.

Mariluz se llevó la peor parte al quedar atrapada entre los fierros retorcidos. Ambos recibieron atención médica, sin embargo, el diagnóstico es lapidario pues no podrá volver a caminar, debido a una paraplejia y a las múltiples fracturas.

La conductora del vehículo que los impactó, Nakithza Cerda (21), de acuerdo a lo informado por el Servicio Médico Legal, marcó 1,84 gramos de alcohol en la sangre. No se pudo comprobar que existiera consumo de drogas ya que no se realizó el examen respectivo, sin embargo, Alberto recuerda que no era capaz de mantenerse en pie ni fijar la vista posterior al choque del que salió sin mayores lesiones, aún cuando conducía a más de 100 kilómetros por hora, de acuerdo a los peritajes.

Para Alberto, además del costo psicológico, han significado meses de tratamiento para tratar de recuperar la fuerza de sus piernas y tobillos

“Esto ha sido trágico, porque mi hermana perdió cuatro litros de sangre y si está viva es gracias a los médicos de Ancud y de Castro y recién al estabilizarla pudieron llevarla a Puerto Montt donde tuvo cirugías en casi todo el cuerpo, pero aún así, no podrá volver a caminar por culpa de una irresponsable que nos cortó la alegría que teníamos como hermanos y como familia”, lamentó Alberto.

Como suele ser la tónica, los responsables de estos delitos viales raramente se acercan a las víctimas para pedir perdón y el caso de estos hermanos, no fue la excepción.

Lo impactante del caso pareciera no ser suficiente para que la justicia actuara de manera rápida y contundente y así lo detalla este hombre quien ha visto la peor cara de un sistema que insiste en caer en actuaciones anómalas que hieren y revictimizan.

“La justicia no avanza y el fiscal  de Ancud, Jorge Raddatz ha sido irresponsable porque me dijo que me iban a citar a declarar para que esto se acelerara un poco, pero el día que él me pidió yo llamé y viajé desde Ancud como él me pidió, pero ese día, previo al feriado, parece que se lo tomaron libre y no hubo nadie que me atendiera lo que me parece una burla y una falta de respeto hacia nosotros que somos las víctimas”, se lamentó Alberto.

Aún con todos los antecedentes, además de conducir sin licencia y tratar de suplantar identidad al momento del control policial, la autora del delito sigue libre y sin ser formalizada. Ante esto, el hermano de Mariluz hace un crudo análisis.

“La Ley Emilia debe ser replanteada para que pueda contener penas más duras y es por eso que he conversado con el presidente de la Cámara de Diputados, Fidel Espinoza, para hacerle llegar lo que yo veo como víctima que se debe reformar, pero para esto debe haber voluntad y eso es lo que esperamos porque de otra manera es impresentable para todas las familias que sufrimos mientras los victimarios cumplen entre 300 y 500 días de presidio al interpretar la Ley Emilia de parte de los jueces. Eso es una burla», señaló categórico.

Para Millaquén, hay algunos puntos que debieran ser básicos en el tratamiento al victimario, como el presidio durante todo el tiempo que dure la investigación y que ese tiempo de reclusión no sea descontado de la condena. Esto, buscando un castigo acorde con el delito.

“No se puede dejar esto como está. Se ha avanzado, pero caemos en que finalmente no se aplica correctamente la ley y eso nos perjudica y nos hace revivir el dolor y ante eso, hay que seguir adelante y trabajar”, afirmó Alberto Millaquén.

Al igual como sucede a lo largo y ancho del país, como Fundación Emilia Silva Figueroa seguiremos acompañando a las víctimas, sus familiares y amigos buscando entregar apoyo personal, psicológico y jurídico para que todos y todas reciban un trato digno y avancemos hacia una justicia reparatoria que no tenga segundas miradas ante este tipo de delitos que nos conmueven y remecen como sociedad.

 

 

 

 

 

 

“ El Fiscal no quiere aplicar la Ley Emilia por fuga: es sólo una ley más y no  la aplicarán”

Alan Vegas, de 16 años, conducía una moto acompañado de un amigo el 23 de enero del 2015 en el sector de Paipote en Copiapó cuando un vehículo a alta velocidad no respetó el ceda el paso, chocándolos y causándole la muerte al adolescente y graves lesiones a su acompañante.

A 15 meses de su muerte, la familia de Alan enfrenta la impotencia al ver escasos avances en su caso y escuchar de boca del fiscal que no se aplicará la Ley Emilia, aún cuando el conductor (quien ya tenía antecedentes por conducción en estado de ebriedad) se dio a la fuga y reconoció que había bebido esa noche.

Carolina, tía de Alan, nos relata lo que han vivido en estos meses de peregrinar por tribunales y ver como poco a poco, sus anhelos por justicia van dando paso a la desesperanza

“Alan era un joven alegre y bueno que estaba en enseñanza media acá en Copiapó, esa noche había salido con un amigo y nunca pensamos que todo terminaría así.

Es tan doloroso y tremendo saber que el hombre que lo chocó se bajó de su vehículo y fue a mirar a mi sobrino que estaba tirado en el piso, pero no les prestó ayuda y decidió arrancarse. Unos metros más allá chocó contra un árbol, dejó su auto botado y arrancó a pie.

Una empresa que tenía sus cámaras de seguridad grabó el choque y ellos nos pasaron ese video para que lo pudieran periciar, pero por lo que me ha dicho el fiscal, dicen que no pudieron aclarar la imagen, lo que para mí es bien raro porque la imagen sí se ve nítida y hasta se nota el color de la ropa de la persona que iba manejando y de su vehículo y hasta se ve cuando se baja.

Las personas que ayudaron a mi sobrino, que fueron dos guardias de la empresa que nos pasó el video, dicen que falleció inmediatamente y que el amigo de Alan quedó grave, es más, él perdió sus dientes y quedó con muchas heridas, pero consciente, así que alcanzó a mirar y darse cuenta que los dejaban botados.

Nosotros creemos que la persona que causó la muerte de Alan es alguien con influencia, con poder porque en este momento él no está formalizado, no tiene arraigo ni nada, es decir, anda libre y nos encontramos con él siempre, pero mi sobrino no pues, él no tiene esa posibilidad.

Este hombre declaró que le habían robado su vehículo, pero realmente, se contradice mucho en sus declaraciones e incluso su pareja también declara y ella dice el color de la ropa con la que él andaba y es justamente el mismo color que sale en el video, pero después, cambian la versión en su segunda declaración.

Ariel Guzmán, el fiscal, nos hace pensar que no le toma la importancia a nuestro caso. El 25 de abril nosotros fuimos a conversar con él -dejó sólo entrar a mi mamá, porque dice que recibe sólo a una persona- y nos dijo que no tiene nada, ningún avance y que pidió que la persona que nosotros decimos que los chocó se haga en examen de ADN, pero en forma voluntaria y así esa muestra la van a comparar con otra que encontraron en el vehículo, pero él nunca se presentó.

Ha pasado más de un año y recién van a llamar a declarar a los testigos, pero ellos ya no quieren declarar porque ha pasado mucho tiempo y eso que el Fiscal tenía todos sus antecedentes para haberlos llamado antes, pero no lo hizo.

a0325c75-da02-4520-8c59-c1646e303d66Nos sentimos muy desorientados con todo este tema  y esto se suma al dolor de revivir todo. Cada vez que salimos de la reunión con el fiscal quedamos con pena y con dolor y además, nos topamos siempre con el autor en la calle y él anda feliz como si no le importara todo lo que como familia estamos pasando.

Sabemos que Alan también fue irresponsable al conducir una moto teniendo recién 16 años, pero igualmente se trata de una persona y él iba conduciendo bien, fue la otra persona que no respetó el ceda el paso y los impacto.

Nosotros esperamos que se aplique como se debe la Ley Emilia, pero mi hermano, papá de Alan, fue a hablar con el fiscal y él no lo tomó en cuenta y es más, le dijo “acá esa ley no entra, es una ley más y acá no se aplica” y con eso nos echó el avión abajo porque nos dijo “no es una ley que se apliqué siempre”  con lo que nos deja muchas dudas de que se haga justicia.

No sabemos nada de lo que sigue, no tenemos ni siquiera una fecha estimada para avances. Nos cuesta creer que la explicación que nos dan es que no se puede hacer nada porque no hay alcoholemia ni alcotest, pero sentimos que no se toma en cuenta tampoco que él se haya dado a la fuga ni que se le considere un agravante, más cuando en sus declaraciones él dice que sí tomó, pero no asume cuánto. Él  es una persona de 56 años y ya tenía antecedentes por conducción en estado de ebriedad  entonces es como una burla lo que está pasando.

Alan era como un hijo para mí, pero yo realmente era su tía y él vivía conmigo. Sus papás son separados y su muerte causó una pena inmensa, su mamá por ejemplo, está con tratamiento porque no logra salir adelante ya que siempre recuerda que lo vio en el lugar donde quedó tirado y eso la tiene mal. Ella es otra persona y tenemos miedo de que le pase algo y más si no logramos la justicia por la muerte de Alan, eso para ella y para todos sería terrible”.

Macarena Benítez

Periodista

Fundación Emilia Silva Figueroa, Víctima de Accidentes

MASIVA MARCHA POR QUIENES YA NO ESTÁN CONCLUYÓ CON CONFORMACIÓN DE FRENTE CIUDADANO DE FISCALIZACIÓN A JUECES Y FISCALES

El 22 de Noviembre

#MarchoPorTí

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Familias de todo Chile concurrieron a la convocatoria hecha por la Fundación Emilia, Agrupación Amor de Papá, Movilh y los impulsores de la Ley Luciano para demandar una justicia comprometida con las víctimas, que se caracterice por un trato digno y por el respeto y defensa de todos y todas.

Haciendo eco de una demanda ciudadana y de la necesidad de las familias de víctimas por expresar su descontento con fallos y determinaciones polémicas de jueces y fiscales, la Fundación Emilia en conjunto con la Agrupación Amor de Papá, Movilh (en representación de la Ley Zamudio) y los impulsores de la Ley Luciano convocaron a esta marcha que reunió a cerca de mil personas bajo el lema #MarchoPorTi.

Lienzos con los rostros de víctimas de delincuentes al volante desfilaron junto a globos y consignas para protestar de manera pacífica por una justicia que no siempre está del lado de las víctimas y las familias y que se expresa en salidas alternativas, juicios abreviados, procesos interminables y poca empatía que termina por revictimizar.

Es por esto que al cierre de la marcha, representantes de las cuatro organizaciones suscribieron con su firma un Frente Ciudadano de Fiscalización de Jueces y Fiscales que pretende llevar la voz de los afectados ante las autoridades para el cumplimiento y respeto de sus derechos.

Así lo señaló Carolina Figueroa, Presidenta de la Fundación Emilia quien agradeció a todos los asistentes expresando que “hoy estamos aquí porque hemos pasado por fiscalía y tribunales y no hemos encontrado la justicia que merecíamos, al contrario, hemos sido revictimizados por un sistema que no ha tenido ninguna consideración con nosotros los familiares y amigos de quienes ya no pueden marchar, pero nosotros seguiremos en pie por ellos, para seguir adelante con este frente ciudadano”.

“Exigimos que se cumpla el decálogo del Ministerio Público y que los fiscales lleven las causas correctamente. Queremos una justicia comprometida con las víctimas y no con los victimarios, por lo que esperamos que las autoridades se reúnan con nosotros y nos den las explicaciones que merecemos”, agregó Carolina Figueroa.

Por su parte, Miguel Angel Rendón (papá de Luciano) e impulsor de la ley del mismo nombre, valoró la conformación de este frente indicando que “nos parece un protocolo absolutamente necesario a la luz de esta realidad donde tenemos un sistema de justicia que opera entre comillas, pero que en el fondo no hace bien su pega, a pesar de sus sueldos millonarios”.

“El caso de mi hijo lo han visto cinco fiscales y no hemos tenido solución, incluso le hemos dicho a la misma Presidenta Bachelet que la justicia está arreglada y es por eso que este esfuerzo ciudadano es un paso más para que se cumpla la ley y cuando esto no suceda, daremos las luces de alerta y lo informaremos a la ciudadanía”, explicó Rendón.

Asimismo, la Agrupación Amor de Papá en voz de David Abuhadba, calificó esta firma como “una tremenda noticia para todo el país, porque confluimos distintas organizaciones en este gran frente de fiscalización hacia quienes no están haciendo un buen trabajo”.

“Es tremendo que todas estas personas hayan llegado hasta acá aun habiendo perdido a familiares y amigos. Vemos con rabia e impotencia como jueces y fiscales que ganan millones basurean a familias con historias terribles, abusando de ellos y sin aplicar la ley como se debe”, afirmó.

En representación de Movilh, su vocero Oscar Rementería indicó que “Durante más de 21 años hemos estado representando y apoyando a familias de víctimas de la discriminación, de la violencia y de la muerte y en ese sentido, consideramos que es muy importante poder agruparnos con quienes han sufrido situaciones similares, pero quieren cambiar esta realidad”.

Rementería agregó que “hoy se ha marcado un hito histórico en cuanto a reunir a tantas personas que nos hacemos cargo de los cambios que necesita el país en cuanto a fiscalización. Con esto decimos basta a la mediocridad y a las injusticias por parte de quienes deben aplicar las leyes”.

Al finalizar esta importante marcha, las familias soltaron globos al cielo en honor a quienes ya no están y como una manera de reafirmar su compromiso por la búsqueda de justicia en sus casos y que su muerte no quede impune.

«Se supone que un juez debe respetar la ley y no atropellar e intimidar con un arma»

La tarde del 4 de octubre, Elena Zavala (64años)  fue atropellada cuando se dirigía desde un bingo hasta su casa. Podría ser uno de los muchos otros casos de atropellos que lamentablemente suceden a diario, pero un elemento extra llevó este caso a las portadas de los diarios y a las luces de la televisión.

El autor del hecho, Anibal Rey Ríos, juez del Segundo Juzgado de Valparaíso había huido del lugar de los hechos y luego que testigos anotaran su placa patente y otros lo siguieran, sacó un arma para intimidar según lo que señaló a la prensa  “al sentirse perseguido porque pensé que me iban a asaltar”. 

Más de un mes después, Elena continua en reposo con graves lesiones en su pierna, pero por sobretodo, con secuelas anímicas tanto por el atropello como por la actitud del autor, quien junto con darse a la fuga, aseguró que había tomado contacto con la víctima para prestar ayuda, cosa que Elena explica, no ha ocurrido.

«Se supone que un juez debe respetar la ley y no atropellar e intimidar con un arma»

El 4 de octubre venía de un bingo del centro de madres, allá estuve toda la tarde con mi nieta de 5 años y a la hora de venirnos, ella me dijo que quería devolverse con mi hermano y así lo hicimos, porque me vine después con mi amiga Ana María.

Pasadas las 8 de la tarde, veníamos con ella caminando hacia mi casa y cruzamos en Agua Santa por el paso de cebra a la altura de la bencinera. Aunque era el paso de cebra, esperamos igual a que se detuvieran los autos y recién ahí cruzamos cuando de repente vi venir una cosa blanca cuando ya estaba cerca, casi encima mio y de ahí no supe más hasta que me vi tirada en el suelo.

El auto bajaba desde Agua Santa hasta el centro de Viña, venía con exceso de velocidad y adelantó a los autos que sí se detuvieron y fue ahí cuando me agarró. Mi amiga se salvó de milagro porque iba un paso más adelante, pero sintió el roce.

Lo que más me dolió fue saber que el tipo que me atropelló era un juez y que aún con eso, no paró a prestarme auxilio ni a preguntar si estaba grave, él arrancó como un cobarde.

A mí me ayudaron mi amiga y gente que estaba por ahí, pero también vecinos de los edificios porque el ruido fue fuerte, así es que es ilógico lo que dice esta persona que no se dio cuenta que me había atropellado.

Me sentí tan mal cuando reaccioné y me vi tirada en el piso sin poder moverme porque estaba morada entera y con un dolor espantoso en las piernas, que ni con la ayuda de la gente pude enderezarme.

Hubo un testigo que iba en su auto con su esposa y una guagua y ellos al darse cuenta que el tipo se estaba fugando decidieron seguirlo y recién lo pillaron en la Gruta Lourdes y fue ahí cuando él para, saca el arma y los amenaza como dijeron en las noticias.

 Yo no creo para nada esa versión que entregó que pensó que lo querían asaltar y que por eso sacó el arma, eso no es cierto. Lo que pasó es que él supo que había atropellado a alguien y quería arrancar rápido y al darse cuenta que no podía, se le ocurrió amenazar.

Esta persona estuvo en el sur por dos semanas, se arrancó y en ese tiempo pudo demás hacerle todos los arreglos a la camioneta y por eso cuando después ya lo encuentran dice que le revisen el auto porque no tenía nada.

Es imposible que no se haya dado cuenta, porque un señor desde un cuarto piso del edificio que está cerca de ese cruce pudo captar todo, sintió el ruido y se asomó, es porque hubo ruido suficiente. Tampoco fue tarde, así que no puede decir que fue porque estaba oscuro y con el alto tráfico de autos que vienen y van a Santiago, está muy iluminado siempre.

Todo fue muy rápido, pero lo único que pensaba mientras estaba tirada ahí era menos mal que mi nieta se había ido antes o si no me la mata. Cada vez que recuerdo en mi cabeza el momento, agradezco que la niña se haya querido ir antes con mi hermano o si no hoy estaría llorándola.

En todo este tiempo este tipo no ha tenido ningún contacto conmigo ni con mi familia. Ya no sé cómo calificarlo, porque miente diciendo que se ha acercado a mí para saber si estoy bien, pero eso no es cierto, ninguna llamada ni visita, nada y eso me parece una nueva burla.

La ambulancia llegó, me entablillaron y me pusieron cuello y en ese rato ya estaba conmigo mi otra hija. Nunca perdí el conocimiento, pero cuando llegué al Hospital Gustavo Fricke, el médico me evaluó y me dijeron que debía operarme la pierna izquierda por fracturas múltiples, pero yo no quise. El doctor le dijo a mi hija que necesitaba operarme, pero que era mejor que me llevara a una clínica privada y que ahí me operaran de urgencia porque tenía a otra paciente con el tobillo roto y ya llevaba esperando 24 horas sentada en una silla porque según lo que nos dijo, no habían camillas.

¿Se imagina lo que era para mí quedarme sentada ahí con el dolor esperando que se desocupara un pabellón y que llegara un médico? Para mi familia era imposible, porque se trata de una operación que por lo bajo cuesta 5 millones y para nosotros es inalcanzable, es otra nuestra realidad.

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Todavía no sé cómo voy a quedar porque tengo que ir a otro control, pero lo que sí sé es que a lo menos son dos meses en cama sin mover la pierna . Mi hija me levanta de a poco y logro sentarme un rato en el sillón, porque tengo que ir preparándome para bajar esta tremenda escala cuando tenga control. Hace siete años que soy viuda y nadie más nos puede ayudar a desplazarme hasta llegar a la calle.

Antes de esto, mi vida era otra; iba a curso de pintura en yeso, bordado de cinta, iba al centro de madres, tenía reuniones todas las semanas, pero además me  hacia cargo de la casa y de mi nieta porque mi hija estaba enferma y ahora nada de eso puedo hacer y necesito ayuda para todo, desde lavarme hasta ir al baño y esperar a que haya alguien en la casa para que me puedan acomodar.

Todo lo que estoy pasando no se compensa con nada. Nada me puede devolver todo este tiempo perdido donde he estado tan deprimida y triste, llorando por este antes y después que me tocó sin que yo cometiera ninguna irresponsabilidad.

Yo lo que espero es justicia por todo el daño que me hizo. Quiero que tenga un juicio como cualquier persona y no que por ser un juez tenga garantías o un tratamiento especial que después lo vayan a dejar libre.

No sabemos nada del avance del juicio, solamente que han llamado a testigos desde la PDI , pero nada más, así es que nos sentimos pasadas a llevar y no tenemos idea si eso es porque es una persona importante y están tratando de ocultar algo o simplemente mi caso se llevará así.

 “Nosotras sufrimos con lo que le pasó a mi  mamá, pero la tenemos aquí y a mi hija igual. No las tenemos que ir a llorar a un cementerio, pero aun así, sufrimos y tenemos un gran gasto económico y el desgaste psicológico para ella y para todos, como la preocupación para que su recuperación sea total”, explica su hija Johana.

Tengo muchos gastos y la plata no alcanza; pañales, remedios y sin contar que me siento mal anímicamente, pero no puedo ir al psicólogo. Aún no viene la asistente social, pero hemos avanzado en que mi nieta ya tenga una visita al psicólogo porque ella también quedó muy afectada porque podría haber terminado grave o quizás muerta y porque ve a su abuelita en una cama todo el día y ya no puedo hacer con ella todos los planes que teníamos.

No he tenido atención psicológica aún porque ellos no hacen domicilio y yo no me puedo mover, pero estamos conversando para que vengan aunque sea una sola vez y me ayuden para estar con más ánimo.

Me siento decepcionada porque después que salió en las noticias al día siguiente se olvidó todo y no hay avance, menos creo que vaya a tener justicia. No me siento resguardada mientras él, la persona que me atropelló, vive su vida normalmente y nadie sabe si lo volverá a hacer  y seguirá pensando que en vez de atropellar a una persona, atropelló a un perro sin ninguna contemplación.

Sra elena

Hay cosas muy extrañas en todo esto porque cuando atropellaron a mi mamá porque carabineros dijo que con la patente podían ubicar la dirección y ahí se dieron cuenta que la dirección registrada era la de tribunales y obviamente estaba cerrado porque era un día domingo en la noche, pero no pasó nada porque no fueron tampoco el lunes a primera hora entonces, para nosotros, acá hay un trato preferencial que no da ninguna tranquilidad.

Yo creo que Aníbal Rey iba manejando con trago porque o si no hubiera medido sus actos y no se hubiera arrancado ni menos sacar un arma. No quiso dar la cara y prefirió arrancar y por eso, para mí tiene muy bien puesto su nombre de Juez de Hierro aunque yo creo que es más un cara de palo. No puedo perdonar a alguien que se esconde en su cargo, que miente y que me trató peor que a un animal atropellado… simplemente no puedo”.

Por Macarena Benítez Espinoza

Periodista Fundación Emilia Silva Figueroa. Víctimas de Accidentes

“Nos arrebataron al puntal de la familia”

1822_1078182913345_2683_nEl matrimonio compuesto por María Magdalena Concha y Juan Luis Marambio regresaba a su hogar en Concón la madrugada del 4 de mayo del 2008 cuando una camioneta conducida por un hombre en estado de ebriedad los impactó, muriendo la mujer a los pocos minutos y dejando a su esposo gravemente herido. Tras 7 años, la familia aún busca justicia e intenta rearmarse tras la pérdida de María Magdalena y es que los tres millones de pesos que les ofrecieron como indemnización no hicieron más que acrecentar la herida y el dolor, por lo que hoy buscan justicia y ayudar a que los conductores tomen consciencia de cómo puede terminar una noche de fiesta si se mezclan alcohol, drogas y conducción.

Johana Marambio Concha es la hija del medio del matrimonio compuesto por María Magdalena y Juan Luis. Aunque ya han pasado más de siete años del choque que le arrebató a su madre, ella , al igual que el resto de la familia no logra superar el dolor y a los pocos minutos de iniciada esta entrevista se quiebra y comienza a llorar reviviendo lo terrible de esa noche.

Dado que al momento del delito vehicular no existía la Ley Emilia, el inculpado identificado con las iniciales J.L.M.C  solo fue sentenciado al pago de 3 UTM al Estado y la suspensión de la licencia de conducir por tres años. Hoy la familia de la víctima lleva adelante una demanda civil por indemnización de perjuicios -la que aún no tiene respuesta- mientras que las hijas del matrimonio y sus parientes  más cercanos se rearman en cada fecha importante para recordar a María Magdalena, intentar seguir con los proyectos inconclusos y educar para que nunca más una familia deba enfrentar el sufrimiento que ellos padecen.

El último “Te amo”

El auto de mis papás estaba en el taller, por eso, ellos estaban usando el mio porque yo estaba muy enferma esa semana

Mi mamá estaba a días de firmar su gran proyecto que era tener su propio restaurant y justo firmaba un lunes todos los papeles y el accidente ocurrió un viernes en la madrugada, por lo que no alcanzó a cumplir ese sueño.

Esa noche ella llegó de su trabajo y pasó a mi casa para saber cómo me sentía y le dije que estaba mejor, que me había bajado la fiebre y que lo único que quería era acostarme y dormir. Sentí que estaba rara, pero me dijo que solo era cansancio y la animé diciéndole que ya firmaría su contrato y si bien tendría más cansancio mental, estaría más feliz y con más satisfacciones.  Me despedí diciéndole que la amaba mucho y me dijo “yo también hija” con un beso en la frente… eso fue lo último que hablamos entre las dos porque después de unas horas llegó mi hermana corriendo a despertarme y se enojó porque llevaba mucho tiempo llamándome y yo no contestaba el celular porque no lo encontraba. Ahí me dice que mis papás habían tenido un accidente y que el auto había quedado hecho pebre, pero le dije que no me importaba y que sólo quería saber de ellos y que estuvieran bien…. Me imaginé que era un choque pequeño.

“No quería convencerme que ya no estaría”

En eso me llama una amiga que trabajaba en el SAPU de Concón y que le había tocado ir al lugar del accidente y me pide que me vaya rápido para allá.  Cuando llegué, vi que estaban entrando a mi papá, corrí, lo abracé y lo besé, pero él estaba inconsciente y lo llevaron a la sala de reanimación y ahí me doy cuenta recién que mi mamá no estaba.

Me desesperé y sacudía a mi amiga preguntándole por ella, pero no le salía la voz. Había un médico de turno y me dijo: Déjate de hacer show y anda al lugar donde fue el accidente porque allá tienen a tu mamá muerta.

Me fui corriendo desde el SAPU hasta la bencinera donde había sido el choque. Estaba todo cercado, lleno de carabineros y bomberos además de mucha gente y el auto estaba tapado con un plástico celeste. Cuando llegué carabineros me detuvo, no me querían dejar pasar, pero les insistí que era la hija y quería verla y estar con ella y ahí estaba muerta. La tomé en mis brazos y le imploré que por favor no me dejara, que por qué me hacía eso, que yo no iba a poder quedarme sola sin ella.

Recién asumí que ella se me había ido cuando le sentí un olor  particular y pasa que dos años antes que fuera ese choque, yo había perdido una pareja de un coma diabético y él se murió en mis brazos y cuando lo fui a retirar del Servicio Médico Legal le sentí un olor muy específico que fue el mismo que esa noche tenía mi mamá.

Estuve por horas abrazada a ella en el lugar del accidente, pero en un momento de todas esas horas, siento el ruido de la ambulancia y era que llevaban a mi papá al Hospital Gustavo Fricke porque se había agravado. Entendí gracias a mi mamá que mi papá estaba vivo y que tenía que luchar por él, cuidarlo y acompañarlo… fue como que sentí que ella me pedía que la dejara partir y que cuidara de él.

Mi hermana mayor también estaba ahí al lado y ella tenía 39 semanas de embarazo, estaba a punto de tener su bebé y  la dejé acompañando a mi papá. Mi hermana menor es más racional y ella se preocupó de los trámites y de que había que buscar un abogado.

A mí me tocó la parte más difícil que fue decirle a mi papá que mi mamá ya no estaría con nosotros y también lo cuidé por cinco meses porque él quedó muy mal de salud y mentalmente. Extrañaba a su esposa, a su negra y es que llevaban 32 años de matrimonio, donde los últimos dos años habían estado trabajando juntos.

“ Nunca nos pidió perdón ni disculpas”

El accidente pasó porque a mi papá le tocaba semáforo en rojo y él detiene el auto ahí justo en una esquina. El otro chofer manejando una camioneta muy grande y cuando a mi papá le toca verde y va a cruzar con mi auto al servicentro a comprar cigarros, este tipo no respeta la luz y los choca con una fuerza tremenda, tanto que el auto quedó destruido por el lado donde iba mi mamá de copiloto.

A mi hermana esa noche la llama su ex cuñado que trabajaba en el servicentro y que vio el choque y le dijo que este tipo iba a más de 120 kilómetros en una calle   que no era para esa velocidad. Nos dicen que mi papá perdió el conocimiento, pero que mi mamá no y que incluso le habló y le dijo que estaba bien y pidió que nos avisaran a la familia y que le llevaran su cartera, pero eso fue en un momento, pero la autopsia dice que la muerte fue casi inmediata por la gravedad de las lesiones y la cantidad de huesos rotos… no tenía posibilidad de vivir.

Esta persona no quedó con heridas graves ni nada de eso, incluso, nos contaron que iba en tan mal estado por el alcohol que se puso a tomar bencina cuando se bajó de su camioneta y cuando llegó carabineros y se lo lleva detenido no pidió disculpas ni nada.

El parte policial dice que iba en evidente estado etílico, pero los test marcaron cero, ahí hubo un error que todavía no entendemos y también supimos que iba con droga. Su parada siempre ha sido la de un hombre prepotente, nunca, en ningún momento en todos estos años él se ha acercado a pedir alguna disculpa a nuestra familia, nada y es más, él vive en Concón y nos encontramos con él a veces, tenemos amistades en común y eso hace todo más terrible.

Yo sé que él no se levantó ese día pensando en que iba a matar a mi mamá, pero sí sabía que había tomado e igual decidió manejar y con eso nos la quitó y llevamos años y años con este dolor que no se pasa.

A él se le suspendió por tres años la licencia, pero en realidad fueron dos porque se le descontó el año que duró el proceso y 3 UTM a pagar al Estado. El abogado que lo defendía ofreció indemnizarnos con tres millones de pesos, lo que nos pareció una burla y una ofensa; era una falta de respeto.

 “Vivimos aferrados a sus recuerdos”

Él nos destruyó como familia, ella era el puntal, la que contenía , la que traía alegría y la que unía. Mi papá dejó de ser ese hombre fuerte, cambió tanto por el dolor. Mi abuela también quedó destrozada y todos realmente, incluso dos hijas que mi mamá tuvo en su primer matrimonio y a ellas también les quedaron cosas pendientes por hablar con nuestra mamá y esta persona nos arrebató hasta eso.

Mi sobrina nació a los dos días de la muerte de mi mamá, así es que cada cumpleaños de ella la recordamos y quisiéramos tenerla con nosotras.  Después de su muerte, mi hermana menor comenzó con crisis de pánico, pero nunca se las trató. Mi hermana mayor y yo seguimos con problemas y no hemos podido superarlo, continuamos con psiquiatra y psicólogo porque nos sentimos trancadas.

Mi mamá siempre me decía que quería que le diera una nieta y yo en ese momento no quería porque estaba estudiando y trabajando. Cuando ella murió y quedé embarazada fue para ella, para darle una alegría aunque ya no estuviera conmigo.

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“En Chile la justicia se preocupa de  cosas que no son importantes, pero no de la vida de las personas”

Cada choque que veo en la tele me trae recuerdos y dolor y cuando se aprobó esta Ley después de la muerte de Emilia ahí pensé ¿por qué no pedir ayuda?,        ¿ por qué no buscar justicia? . Esto no se trata de plata porque ese dinero no nos devuelve a mi mamá, pero lo que yo busco es que no vuelva a pasar esto, pero también pienso que él debería tomar consciencia que si vuelve a manejar y tomar y pasa algo se irá preso y no quedará impune como fue con nosotros.

Creo que en Chile no hay justicia, que apuran leyes que son innecesarias para los ciudadanos, pero que en cosas que sí importan, son muy lentos y pareciera que no les importa que una persona mate a otra.

Todos en la casa manejamos, entonces, cuando nos juntamos, uno de nosotros no maneja y lleva a las otras personas. Somos responsables porque sabemos lo que es el dolor.

Espero que la gente asuma que si toman y van a manejar su propio auto o uno de la locomoción colectiva, es lo mismo que  si toman y llevan un arma, porque pueden matar a una persona inocente y que piensen que lo mismo le puede pasar a su propio hijo o padres. Hace falta que la gente empatice y se ponga en nuestro lugar y que respeten el derecho a la vida… es lo único que pedimos.

FUNDACIÓN EMILIA PLANTEA NECESIDAD DE INCORPORAR SEGURIDAD Y EDUCACIÓN VIAL EN EL CURRÍCULUM ESCOLAR.

Así lo señaló Benjamín Silva, Vicepresidente de la Fundación Emilia a Alejandra Arratia, Coordinadora Nacional Unidad de Currículum y Evaluación del Ministerio de Educación,  en una reunión que se desarrolló el día jueves 9 de julio, en donde asistieron, además de los mencionados, María Angélica Guzmán, Coordinadora Nacional Componente Currículum, Leandro Zamorano Huerta, Investigador Asociado de Fundación Emilia y Betsy Villarroel Merino, Secretaria Ejecutiva de Fundación Emilia. En dicho encuentro,  Fundación Emilia hizo hincapié en la necesidad de que estas materias se vinculen como ejes centrales en el proceso de formación ciudadana, desde los primeros ciclos de la  enseñanza formal.

Benjamín Silva recalcó el trabajo realizado por la institución en post de evitar más muertes, visualizando que “las problemáticas de la seguridad y la educación vial, sean temas relevantes a considerar dentro del currículum nacional, vinculados como ejes centrales en un nuevo, potente y relevante proceso de formación ciudadana”.

En tanto Alejandra Arratia se mostró de acuerdo con este planteamiento y manifestó “la disposición a acoger las propuestas de Fundación Emilia así como de buscar formas de que ellas sean incorporadas, tanto a corto como a largo plazo”. En función de esto, mencionó que “la formación ciudadana es un objetivo transversal dentro del currículum nacional, buscando insertarla dentro de la cultura de la escuela”.

Cabe recordar que uno de los temas que se discute hoy en el Congreso, tanto por antecedentes parlamentarios como por propuestas del Ejecutivo, es volver a instaurar como una asignatura obligatoria la educación cívica o formación ciudadana. Además se busca reforzar dichos contenidos en distintos sub sectores del actual currículum escolar.

“El año 20014 se realizó una consulta pública por regiones que fue un muestreo diferenciado entre áreas rurales y urbanas. Para el año 2016 se pretende hacer otro en función de definir la existencia de una asignatura para el contenido de participación ciudadana. Se pretende darle un perfil más social a la asignatura de orientación en los séptimos, octavos básicos, y primero y segundos medios, haciendo de la participación ciudadana un eje fundamental del currículum”, indicó la Coordinadora Nacional de la Unidad de Curriculum y Evaluación del Mineduc.

Además en este encuentro con Fundación Emilia, Arratia señaló que la participación ciudadana es parte del currículum actual y el Mineduc busca implementarla de la mejor manera posible, básicamente en torno a  construir un documento con orientaciones para las escuelas y a través de la Dirección de Educación General creando una Secretaría Técnica de planes que se hagan en las escuelas y que busquen fomentar la participación ciudadana. Esta última, “está hoy implementando un curso de formación docente en educación ciudadana, a cargo de la Universidad de Chile lo que refleja la intención del Ministerio por hacer de este un tema presente”, finalizó Arratia.

Benjamín Silva destacó la posición del Ministerio de Educación y recalcó la voluntad de la Fundación Emilia Silva Figueroa por seguir trabajando junto a otros actores por un mejor programa de seguridad vial, promoviendo la formación de una ciudadanía activa y comprometida con su entorno.

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