«Al menos en seis oportunidades Carabineros ha ido a buscarlo y él no ha estado en su casa»

06/12/16

El 22 de noviembre del año pasado, Mario Aguilar sufrió el mayor dolor de su vida: un conductor ebrio arrolló y mató a su hija Margarita (en la foto), que tenía 15 años y dejó con secuelas físicas y sicológicas a su esposa. Su hijo, que iba con ellas, salió ileso.

margaritaA partir de ese momento, Mario tuvo que dejar su trabajo para atender personalmente a su esposa, quien hasta el día de hoy tiene graves secuelas: “estuvo cinco meses postrada. ahora camina con bastones, sufre crisis de pánico, depresión mayor, llora todos los dias”.

A la angustia de vivir económicamente al día, se suma el hecho de que el chofer del auto, que iba con 1,5º de alcohol por litro de sangre, solo quedó con arresto domiciliario hasta que se inicie el juicio. Una medida cautelar que además, Mario ha comprobado que no cumple.

“Al menos en seis oportunidades Carabineros ha ido a buscarlo y él no ha estado en su casa”.

“El caso ya lleva mas de un año. Según el fiscal a esta altura del año ya debía haberse realizado el juicio, pero no pasa nada”, se lamenta Mario. Peor aún, asegura que el fiscal no lo atiende y que según el abogado con el que logró conversar cuando pidió reunirse con el fiscal, lo más probable es que al culpable del atropello incomprensiblemente le cambien la medida cautelar de arresto domiciliario, solamente a firma.»

“El abogado de la Fundación Emilia Marco Lillo nos está representando en el juicio civil contra los hospitales, pero más allá de eso, siento que estamos luchando solos. Todo el trabajo de la fiscalía lo estamos haciendo nosotros con nuestro abogado. Nosotros le enviamos los informes al fiscal, me preocupé personalmente de ir a hablar con los testigos, veo como lejano al fiscal”, dice Mario comprensiblemente desilusionado.

Como si todo esto fuera poco, ni el responsable de la muerte de su hija ni ninguno de sus familiares se ha acercado a él. “En la audiencia este gallo se mata de la risa. Él sabe que no le va a pasar nada. Su familia pago 3 millones para dejarlo libre. Nosotros hemos gastado como 4 millones de pesos y ellos no nos han llamado ni para ofrecernos una aspirina. Tuve que dejar mi trabajo para cuidar a mi esposa porque no tengo plata para pagarle a alguien que la cuide”

A Mario además del dolor de la pérdida, lo tiene muy afligido la parte económica. No ha recibido ayuda más que de algunos familiares “a veces alguna caja de mercaderia. 20 lucas 30 lucas”.

Lo último que ha sabido es que probablemente en seis meses puede haber novedades sobre el juicio oral “¿Cómo es posible que se demoren tanto? ¿Hay que ser famoso para que apuren esto?” se pregunta.

“Yo espero que la justicia funcione, que empiece el juicio y ver qué pasa. Pero el gallo se rie de nosotros y del sistema. La justicia no hace nada, no es imparcial. Hay una defensoría que lo defiende con dientes y uñas. Para la primera audiencia llego hasta con carta de un concejal diciendo que era una buena persona y toda una parafernalia que armaron. Yo me pregunto ¿cómo una persona pública mete las manos al fuego por una persona así?”

Mario dice que en su familia están muy tristes y que no saben que hacer.

“Nadie me va a devolver a mi hija. El fiscal me dice que va a pedir de 3 a 5 años. Vamos a ver si podemos pedir más, pero como tiene conducta irreprochable seguramente le bajan la condena, pero la verdad puede ser cualquier cosa. Si le dieran veinte o treinta años el dolor y la pena sería la misma. No confio en la justicia” dice tajante.

Cuando le preguntamos cómo piensa él que se puede lograr que las personas dejen de conducir bajo la influencia del alcohol, él piensa en dos cosas: “Más educación hacia los nuevos conductores, porque los que ya son conductores lo van a seguir haciendo y endurecer la Ley Emilia”.

Por el momento Mario debe resignarse a una vida difícil. “La siquiatra me dice que salga pero no puedo porque no tengo como, pero trato de hacerle frente a la vida. Me gustaría agarrar a mi mujer y a mi hijo y llevármelos lejos por unos días. Pero no se puede”.


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