Miércoles 19 de Noviembre de 2025.– Este mes, Fundación Emilia conmemora 11 años de trabajo ininterrumpido dedicado a la prevención de siniestros viales, la promoción de una movilidad segura y el acompañamiento a víctimas y sus familias. Más de una década en la que hemos impulsado cambios legislativos, desarrollado programas educativos, realizado capacitaciones a instituciones públicas y organizaciones comunitarias, y promovido una conversación nacional sobre la seguridad vial como un derecho y como una responsabilidad compartida.
Fundación Emilia nació del dolor de una familia y se transformó en una organización que, con el tiempo, ha contribuido a instalar un enfoque preventivo, ciudadano y de derechos humanos en torno a la movilidad. Su labor ha sido clave en avances como la Ley Emilia, el fortalecimiento del debate público sobre conducción bajo sustancias, las campañas de educación vial infantil y el acompañamiento psicosocial en contextos de crisis.
Durante estos 11 años, la fundación ha ampliado su trabajo a nuevas áreas: formación de equipos de emergencia, auditorías viales comunitarias, educación en primera infancia, desarrollo de proyectos de incidencia normativa y articulación con municipios, universidades y organizaciones sociales. Asimismo, hemos impulsado la discusión sobre la violencia vial como un fenómeno vinculado a la seguridad pública, relevando la urgencia de mejorar la fiscalización, la infraestructura y el acceso a datos confiables para la toma de decisiones.
En palabras de nuestra presidenta, Carolina Figueroa, “estos 11 años representan un compromiso que nace de la memoria, pero que mira hacia el futuro. Seguimos trabajando por quienes ya no están y por quienes merecen llegar siempre a salvo. La seguridad vial debe ser un eje prioritario de las políticas públicas, y desde la sociedad civil continuaremos aportando con responsabilidad, evidencia y humanidad”.
La conmemoración de este aniversario coincide con el Mes en Recuerdo de las Víctimas de Siniestros Viales, lo que refuerza el sentido de nuestra misión: transformar el dolor en acción, y la acción en cambios reales que protejan vidas.
Agradecemos a todas las personas, instituciones, familias y voluntarios que han acompañado este camino. El trabajo continúa, y nuestro compromiso se mantiene intacto: construir un Chile donde la movilidad sea segura, digna y humana para todas y todos.